OTRA CRÓNICA VIRAL (Capítulo 4 y último)
Han pasado casi 6 meses desde mi última bitácora sobre la situación del Covid-19 desde mi punto de vista (Ver Capitulo 3). Tal parece que todo mundo sin la debida prevención (que no me sorprende ya) busca darle por decreto fin a la pandemia y seguir tan campantes como si nada hubiera pasado antes de 2019 que se registraron los primeros casos.
Sin duda en general el número de contagios y muertos está bajando poco a poco, pero el principal problema que lleva cuando los números bajan, casi inmediatamente tanto gobiernos como ciudadanos mandan por un tubo las medidas sanitarias y prevenciones, lo que termina en repuntes como ha sucedido en Europa, algunos son muy fuertes y muy evidente que si se relajan las acciones para prevenir futuros casos inevitablemente el virus se abrirá paso, con todo y su catálogo de variantes.
México no es la excepción, hace apenas unos días el gobierno en turno también quiere dar por terminado el asunto, esto acompañado por su evidente ineficacia y soberbia para enfrentar esta crisis sanitaria, escándalos de corrupción en la adquisición de vacunas, que se compraron a sobreprecios o en otros que se dejaron echar a perder varias dosis, sin olvidar la carga política que desde el inicio uso esta administración las vacunas para acarrear gente para la muy mentada y fallida revocación de mandato y en esta jornada electoral
La comunidad científica tanto de aquí como en el resto del mundo demostró la eficiencia del uso del cubrebocas para reducir la extensión del virus, que siempre fue cuestionado en vano y en un acto de estupidez constante por los floreros de salud del “más mejor” presidente de la historia nacional mexicana y su mequetrefe encargado que hasta ahora sigue y seguirá con la misma cantaleta. Echarle la culpa solo al gobierno sería justificar o negar que la población también participo en entorpecer los esfuerzos por mermar el covid-19 y en la lucha de los cuerpos del servicio de salud que hizo como pudo apoyar a la gente con el tremendo descalabro presupuestal que les hicieron desde el palacio nacional, sumado a las amenazas de despido y represalias si se ponían al brinco y delataran de lo tan mal que esta el sector salud para enfrentar la pandemia.
Nunca faltaron los comentarios y hasta campañas patéticas de la gente tanto afuera como en la red mundial apoyada en la conspiración y la paranoia para argumentar su necedad de no usar cubrebocas o no cumplir con las medidas sanitarias, muchos tuvieron que aprender a la mala con la gravedad o muerte de cercanos a ellos o ellos mismos. Y hasta la fecha continua la bestialidad del pueblo “bueno y sabio” con eso y además de remate estar agradecidos a su “gobierno salvador” que en la realidad y con los datos duros fue un auténtico fracaso, todo esto quedara en una nefasta posteridad, jamás aprendimos de la pasada pandemia que comparada a esta, literal fue un infierno mental y físico.
Quedaron muchas cosas que considero buenas y que deben continuar en nuestra rutina diaria, algunas (al menos hablo por mi) de esas costumbres buenas es de dar prioridad a la salubridad en seguir limpiando todo lo que se compra o trae del exterior, seguir usando cubrebocas en zonas de mucha afluencia, lavarse bien las manos, algo tan simple que te ayuda a no solo evitar infecciones bacterianas, también virales como en este obvio caso del covid-19. Pero eso quedara a consideración de uno y de las familias, ojala sea así en la mayoría porque hay muchos que desde el principio no las tomaron en cuenta, menos ahora y después de esta pandemia.
En materia económica fue la parte grave que nos dejó esta pandemia, muchos perdieron sus empleos y otros se quedaron a media jornada y medio sueldo en el mejor de los casos y han tenido que buscar ingresos extra ya sea vendiendo o haciendo changarros como sea para seguir adelante y mantener a sus familias, el verdadero calvario fueron quienes no con sufrir lo antes mencionado padecieron enfermar del virus o a sus cercanos y el dinero era lo que faltaba, literal quedaron en quiebra o endeudados casi de por vida.
Poco a poco se regresan a las zonas de trabajo y algunos sitios han tomado en cuenta en los puestos donde se puede ejercer labores desde casa de forma parcial o total ahorrando tiempo y dinero, pero sin duda el factor anímico del trabajador en ser más eficiente y comprometido con el puesto y con la empresa. Tarde o temprano pero esto será parte de las nuevas acciones en la rutina diaria de todos.
Poco a poco volveremos a la normalidad, si se le puede aún llamar así y esperar que a un futuro no tan tardío aprendamos a enfrentar otra situación similar que de seguro se presentara, por ahora y suene de lo más trillado es revalorar nuestras vidas y buscar vivir mejor en especial por quienes amamos y ya no están con nosotros.
Epitafio a una pandemia maldita y a la nula empatía social y política
El pasado 5 de mayo, la OMS oficialmente declaró terminada la emergencia sanitaria, algo que, a muchos países como México, le cayó sin cuidado, desde hace más de un año atrás, el gobierno minimizo y dejo a nada las aplicaciones y compras de vacunas masivas, sin duda el peor caso de despilfarro fue la compra de la famosa vacuna cubana Abdala, que no contaba con ningún aval científico ni de la OMS y es más, estudios posteriores demostraron que no protegía para nada contra las nuevas variables del virus. Eso sí, se hizo otro caso más infame de corrupción al comprarse por arriba de su costo original y en total opacidad como las otras vacunas que se empezaron aplicar en el mundo, y lo peor de que las que se tenían compradas por sin vergüenza y fines políticos se echaron a perdervarios lotes adquiridos.
Nunca sabremos cuantos muertos por la ineptitud y negligencia sanitaria y medica del gobierno dejo esta enfermedad, las cifras oficiales hasta ahora declaran cerca de: 340,000 personas fallecidas, pero con eso de las órdenes "desde arriba" de minimizar la situación, muchos datos quedaron apócrifos tan solo en cuanto a las autopsias de muertos cuando pasaron las primeras olas de contagio y posteriores, ONGs creen que hayan sido más de un millón. Además de que con la austeridad asesina de López Obrador en fregar el de por si mal sistema médico, también el sistema de estadística al no existir actualizaciones reales o confiables con respecto a las cifras de enfermos, muertos y sobre los costos del fracaso de la emergencia sanitaria que aplicaron.
Si desde el inicio de la pandemia, la población mostro mucha apatía y valemadrismo en las medidas sanitarias, pasados los meses las medidas sugeridas llegaron a minimizarse y prácticamente desaparecer las famosas alertas amarillas, verdes y rojas de sanidad en el país, solo le dio batuta para que la gente de plano le valiera un gorro cuidarse y cuidar a sus familias, los casos de covid-19 aumentaron y siguen aumentando en ciertos periodos y en otro no.
Una cosa es que se haya declarado fin a la emergencia sanitaria, pero la enfermedad vino para quedarse, pasaran muchos años para que sea una enfermedad común como la gripe, si bien, el gobierno no quiso cumplir con sus obligaciones, de menos la gente debería continuar aplicando el uso de cubrebocas y demás medidas, pero como hemos visto a lo largo de estos casi más de 3 años es pedirle peras al olmo.
Lo preocupante es que demostramos que no estamos preparados
para enfrentar otra pandemia próxima, y que vendrá, solo nos queda para los pocos que estamos conscientes y hasta llegamos a sufrir
en caer enfermos por este maldito virus o ver morir gente cercana a nuestro
circulo en seguir cuidándonos de aquí en adelante y vivir lo mejor posible por
aquellos que no pudieron llegar hasta aquí.
erich_obed
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