OTRA CRÓNICA VIRAL




Al igual que la mayor parte del país y del mundo, su servidor anda enclaustrado por la situación de esta nueva pandemia que a diferencia de la anterior de hace una década, resulto más compleja, poniendo muy en duda cuando volveremos a la normalidad.

Dentro de todas las medidas aplicadas para mermar el contagio y expansión del Covid-19 esta de mantenerse en casa y no salir, salvo que sea totalmente necesario, muchos que tenían en su rutina salir después del trabajo, en las vacaciones o cada fin de semana son los que veo más afectados, no están muy acostumbrados a este cambio radical y han manifestado mucha estrés y ansiedad. Varios han logrado lidiar con eso gracias a que usan apoyo psicológico en línea o se mantienen ocupados en algún o varios hobbies, quehaceres domésticos o usando la meditación como los métodos más efectivos.



Desgraciadamente no todos pueden estar en casa, por la cuestión económica, si no salen no comen, para algunos su trabajo no les permite ejercerlo vía remota y deben ir u otros son freelance o comerciantes  independientes y tienen que arriesgarse a seguir con la rutina de trabajo. Es por ello que es un privilegio estar en casa y en tele trabajo para los que tenemos esa opción, en vez de estar de mamucos, debemos estar agradecidos. Ya quisieran los que no pueden estar en nuestro lugar.

El ser humano es listo individualmente, pero en masas se manifiesta como perro rabioso, ante la estrés, la ansiedad, el miedo y la ignorancia, en el mejor caso a parte de los otras opciones ya mencionadas para mermar esos males, recurren al buen humor, ya sea usando la meme-logía, otros cargan con acciones, publicaciones y comentarios positivos que acaban a veces siendo del hartazgo o del ridículo.

Aunque claro, eso es mejor que irse por el lado feo, en donde se desata la bestia medieval al estigmatizar a todos los involucrados del sector salud, a los enfermos y hasta los que ni tienen que ver como las nuevas brujas o los nuevos leprosos que hay que destruir con el poder del cloro. O en la que hasta salen con sus milagros de curas dignas de grandes "actos de estupidez", desde atascarse de alcohol hasta tragar orines y un largo y asqueroso etc. 

Es inevitable que la política meta mano a la situación, casi siempre para más mal que bien. Los sectores más desesperados y los más fanáticos de los gobiernos, también aportan sus negritos al arroz, los aplaudidores de la 4T sacan fantasías de a kilo por decir y demostrar en vano que la administración ha hecho bien las cosas, al punto de dejar crecer ante el pueblo bueno... para nada ese desconcertante e inentendible (a mi parecer) idolatría enfermiza al mequetrefe subsecretario de salud López-Gatell cuyos antecedentes en la anterior pandemia en donde omitió muchos datos del contagio, acabaron por botarlo al limbo burócrata, pero esta historia de mediocridad no basto para que no ocupara de nuevo un puesto importante, para ser, según varios seguidores ciegos, una especie de rockstar (del mame), muy a pesar de volver a repetir los mismos errores mencionados, pero ahora goza el plus de ser la mascota del Presidente y el subsecretario como buen lomito le termino por atribuirle superpoder moralino que lo hace inmune al vicho loco (y es científico, válgame).

Hace días atrás vimos como el señor termino siendo cobaya mediática para ese teatro de gansadas, en donde el periodista Javier Alatorre, bajo órdenes de su jefe Ricardo Salinas Pliego (compadre capitalista de ya saben quién), descalifica su pésimo trabajo y para acabar este cuento, termino el Presidente diciéndole a Azteca con voz de mamá de kínder que, todos cometemos errores y porfis que se porten bien (no más faltaron los besitos y apapachos), claro, entre sus amigos periodistas y su compadre el patrón de Alatorre no se hacen daño.


La oposición tampoco está en un plan muy ameno o que busque equilibrar esta atmosfera de incertidumbre igualmente han caído en mostrar sus datos maquillados o la verdad a medias o de plano no saber tratar la información con tal de hacer futuros votos para el año entrante. Ni uno ni otro lado es de confiar y vemos más dramática de quien escupe más arriba y mientras tanto, el contexto actual no cambia ni cambiara a bien por esos rounds patéticos de “critica constructiva”. Como hace diez años, la sociedad y la IP tienen que lidiar como pueden y enfrentarse con un peor enemigo a parte del miedo, la ignorancia y la indigestión por procesar demasiada información: la situación económica que se ha visto más golpeada con esta pandemia, muchos changarros han terminado por quebrar y en consecuencia muchos de sus empleados despedidos, es más preocupante para ellos no traer alimento a la familia que a ser contagiado de Covid-19.

Quisiera tener la solución instantánea a la actual situación, pero no la tengo desgraciadamente y no la hay, a menos por el momento, lo mejor que podemos hacer desde nuestras trincheras por ahora, es estarse en casa y trabajar desde ahí si tenemos ese privilegio, además de saber lidiar con nuestros demonios sin perjudicar a nuestros familiares y vecinos, evitar caer en el avispero de las redes sociales y el internet entero, nadie gana ahí, no sacamos nada con publicar a mil por hora como autómata del WhatsApp compartiendo a lo idiota notas y chismes, muchas de estas paparruchas o fake news o con la verdad a medias o de un cuarto.

Si no podemos ser positivos, posichidos o falsos positivos a menos podemos tratar de ser pacientes y cero chingaqueditos y pesimistas in extremix, no hay mal que dure cien años dicen, esperemos que así sea pronto.













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