¿EN EL CIELO SERVIRÁN RAVIOLES?

"Soy cursi y qué... lo único que vale en esta vida es el amor... el auténtico, el que perdura, el que llena tu alma... lo demás son bobadas o urticarias".

Capitan Pijama Julabalú

Hoy hubiera cumplido otro año terrícola Don Chucho Bojalil Cuya identidad nada secreta para quienes lo conocimos fue como el Capitán Pijama Julabalú, un ser humano fuera de este mundo… literalmente en toda su vida terrenal.

Lo conocí gracias a la Mosca en la pared (Hoy Mosca) en donde leí La ensalada genealógica y después Ufonías, en donde relataba historias más allá de lo estrambótico y de la originalidad, quede como idiota ante semejante lectura sin pies ni cabeza y a la vez tan coherente.

Así cada vez que compraba mi mosquienta revista los escritos del capitán se convirtieron para mí en una de mis secciones predilectas a leer con cuidado una y otra vez hasta que dejo de editarse la revista y esta volviera como Mosca en 2013 y así hasta el último número impreso (hasta ahora) de la misma.

Fue en 2013 que me hice amigo del Capitán vía Facebook en donde ingrese en sus grupos para interactuar con él y varios de sus amigos virtuales y reales que conocía y conoció… todo un honor y deleite interactuar con este sensacional individuo de gran octanaje creativo.

No tuve el privilegio de conocerlo en persona, me hubiera encantado de verdad, solo pude comunicarme con él por la red social y en messenger unas veces, me siento afortunado de haber conocido vía electrónica y decirle / escribirle mi más sentida admiración cuando aún estaba en vida un ser sideral cuya música fue igual que él de extravagante sin temor de caer en lo ridículo, al contrario, en mi opinión, arriesgaba mucho con tal de experimentar y los resultados son más allá de asombrosos.

Es una pena y a la vez una fortuna que no haya sido muy conocido ni reconocido en el medio musical nacional.

Una pena porque su legado tanto sonoro como escrito merece ser difundido, escuchado, probado y disfrutado tanto nos quejamos de lo mediocre y lo pretencioso de los rockeros y músicos electrónicos de este país pero también dichosamente hubo y hay excepciones como el Capitán Pijama Julabalú.

¿Por qué dije también que: por fortuna que no haya sido muy conocido ni reconocido en el medio musical nacional?

Bueno, por la obvia razón en que los remedos de monstruos de la mercadotecnia facilona y descarada de nuestra preciochichima industria decadente de la música nacional hubieran hecho del legado musical de este genio tangencial. Solo imagínense los discos y conciertos tributo para el Capitán Pijama su música manoseada e “interpretada” por la camada rockerita y electroniquita mexica ¡¡NO!! Tan solo del puro coraje volvería a morirse nuestro héroe underground.

El pasado mes de octubre Don Chucho Bojalil se fue sin avisar a su cohete psicotrópico a vender chiles siderales al universo. Me tomo por sorpresa como de seguro a todos sus más cercanos amigos y familiares, nada más lamentable que la muerte de alguien y mucho peor si este te cambio tu vida hace varios  ayeres cuando eras un pinche puberto recién ingresado al CCH y te quedaste con cara de ¡¡NO PINCHES MAMES!! Al leer una sección de la Mosca en la pared escrita por el Capitán Pijama y de ahí en adelante formara parte de tu paquete cultural y musical por siempre.

Algún día lo veré personalmente en el más allá esperando me dé un ride en su cohete tangencial y me diga el mismo si hay átomos con relleno sabor a chocolate y si en el cielo sirven ravioles.

Pero en lo que llegue ese día seguiré aquí, en el más acá hasta que expire mi pasaporte terrícola.