EL EFECTO MARY SHELLEY
Este último trimestre del año inicio con un fenómeno tanto del cine como de la cultura pop en general, con el tema del clásico de Mary Shelley: Frankenstein o El moderno Prometeo, una obra que tiene aún mucho que decirnos a más de dos siglos de qué salió a la luz, pero también en la vida de la famosa autora que hoy en día sirve como una bandera o luz para quienes luchan por sus metas y sueños ante la adversidad y la maldita sociedad de hoy en día.
Afines de Octubre, el director Guillermo Del Toro estreno su muy soñada y ya realizada adaptación de la criatura y su creador, el resultado: una versión más humana y emotiva, muy alejada de la icónica criatura de la famosa película de 1931 que nos develó a un monstruo casi torpe, de cabeza plana y tornillos que interpreto el gran actor, Boris Karloff y que es hasta la fecha referencia entre el público. La versión de Del Toro es una criatura inocente, un bebé adulto consciente de su entorno, que confía en su creador y que más tarde le tiene miedo y odio por su soberbia y maldad, justificadas por su lucha por retar a la muerte.
Como en todo, la opinión de quienes la vieron se divide entre elogios y desdén muy excesivos en ambos lados, unos que literalmente es una obra maestra del mundo mundial y del lado contrario que su versión es ñoño o muy estilo casi Disney. La verdad es que cualquiera de estas exageraciones no quiere decir que no deba de verse o que se deseche el trabajo del cineasta tapatío cuyas cintas siempre las trabaja de forma artesanal y perfeccionista, la calidad del vestido, las actuaciones, locaciones… no tiene ni un pero, la trama de más de 2 horas se va como el agua, si no tienen expectativas de ver otra película de terror del famoso monstruo, se pueden llevar una grata sorpresa. Sea como sea, esta adaptación no quedara en el olvido para nada, después de su momento en los cines y en el streaming termine y pase a ser una referencia casi obligada para los amantes de los monstruos y la ciencia ficción.
En ese mismo mes se estrenó la primera película animada en stop-motion mexicana: Soy Frankelda, cuyos creadores y directores, Arturo y Rodolfo Ambriz obtuvieron apoyo financiero y creativo de Guillermo Del Toro para primero convertir este personaje y su universo en una serie (que se puede ver en HBO Max) y posteriormente en una película que hasta el momento ha tenido en su mayoría buen apoyo y opiniones a su favor, y sí, es una buena historia. Muy independientemente de que sea mexicano y muchos críticos con su mame nacionalista de pacotilla inviten a llenar las salas con el eslogan ya podrido de: “vean cine mexicano (casi mendigando y agregando: por amor de dios)”, el valor de la película radica como debe de ser en toda obra del cine, que sea una historia interesante y cuyos recursos técnicos y de dirección garanticen que se lleven a buen camino, no porque sea mexicana y ya.
El personaje de Frankelda en voz de sus creadores, está basada nada más y nada menos que en la vida Mary Shelley, ambas comparten varias similitudes: Enfrentaron el rechazo, el prejuicio y dificultades para que se publicaran sus trabajos solo por ser mujeres. Perdieron de muy jóvenes a sus progenitoras (la madre de Mary Shelley murió a los pocos días de su nacimiento, mientras que la madre de Frankelda murió cuando ella era una niña), y tuvieron una vida secreta, Mary Shelley se reunía con su esposo Percy Shelley en secreto frente a la tumba de su madre, de manera similar a como Frankelda tuvo su primer encuentro con Herneval frente a la tumba de su abuela.
La película "Soy Frankelda" busca ser una gran inspiración para todos aquellos espectadores que tengan un sueño y que luchen por ella y no rendirse, tomando como ejemplo la perseverancia de Mary Shelley, quien se negó a dejar de escribir a pesar de los obstáculos.
Y para el próximo año viene otra nueva adaptación de Frankenstein, en este caso basada en la primera película sobre la novia de Frankenstein realizada en 1935, cuyos protagonistas ahora son Jessie Buckley como la Novia y Christian Bale como el monstruo. Pero esta película es una historia con elementos de film noir, surrealismo y horror, los personajes parecen estar inspirados en los infames criminales Bonnie y Clyde, quienes cometieron robos y asesinatos, y tuvieron un final trágico al ser detenidos. Nada que ver con la obra de Mary Shelley, pero su trabajo es la materia prima para dar lugar a una historia con un giro radical a contar.
Ya sea para la reflexión, brotar nuestra humanidad, dar inspiración o simplemente disfrutar de una gran historia. La obra de Shelley tiene mucho que decirnos a más de dos siglos de que apareciera su icónica criatura y que desde ese entonces se haya convertido en parte de la cultura pop mundial con su mensaje anacrónico y se preste para que otros creativos puedan y quieran contarnos otras historias a través de su universo.




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