ONCE AÑOS DE • EL GRÁFICADOR •: LO QUE EL VIRUS SE LLEVO… Y NOS DEJO.

 



Pareciera que esta maldito este mundo desde 2018, hemos ido de mal, a peor y en pior, como si no fuera suficiente, el populismo político (de la idiota izquierda latinoamericana o la neo fascista ultra derecha europea) de la nada un invisible enemigo llego desde diciembre pasado y colapso en cuestión de pocos meses nuestro estilo de vida que teníamos muy sentado como normal. Yde abrupta forma a las diferentes profesiones y oficios les toco un giro radical en sus diferentes ramas: laboral, económica, política, entretenimiento… 

Así como toda tragedia, saca lo mejor y lo peor de todos los humanos, de lo peor se han encargado muy bien nuestros gobernantes, En México tanto las actuales administradores se les vio muy chica la capacidad y el sentido común para enfrentar esta pandemia y como es su (viciosa y mala) costumbre, culpan de todo a sus adversarios imaginarios o reales, menos  a ellos mismos, la ausencia de auto crítica y razón es su día a día mientras se vive en el caos y la desesperación.

De lo mejor de lo que hemos visto han sido varios pequeños o muy grandes actos de solidaridad entre la sociedad y empresas, dosis que nos permiten mantener nuestra frágil fe en que aún existe bondad en medio del desastre de los sectarios de la moralidad y lo políticamente correcto que parece que ahora trabajan tiempos extras en momentos en que nadie los quiere ni percibir.

El mundo de la música tuvo un boom radical, ahora que no se podía ir a comprar en físico o ir a conciertos en vivo, se dio una gran compra y exploración en la red mundial de artistas ya conocidos y el descubrimiento de otros nuevos que han aprovechado las plataformas para ello,  además de que los conciertos en línea han obligado a replantear la manera de hacer estos eventos ante la imposibilidad por el momento de hacerlos para el público masivo habitual. Muchos de nosotros estamos agradecidos con esta evolución o adaptación en la manera de hacer y vender música, definitivamente como decía Nietzsche: Vivir sin música sería un gran error. 

Pasamos de estar atrapados en la película El Día de la marmota (protagonizada por Bill Murray, muy recomendable si no han oído de esta obra maestra) a radicalmente en cualquier película apocalíptica de zombies, pero los zombies son esos puritanos modernos que no creen en un virus pero si en las teorías conspiratorias tan disparatadas como que la red 5G nos va controlar mentalmente y las vacunas causan autismo, así el idiotismo socialmente aceptable.

De estos últimos, como el virus, hemos visto, escuchado y leído como a cada rato nos quieren imponer ese maldito lenguaje inclusivo (solo por mencionar algunas de sus cosas más estúpidas)  que lejos de serlo es más excluyente y abominable, esas expresiones plurales como: todos y todas, todxs o todes (las más aberrantes de todas), la RAE se ha puesto por fin ( y como debió serlo desde el principio), en acérrima defensora del aun bello idioma español al respecto. Pero algunos países de habla hispana se les ha hecho más fácil ceder a repugnante modo de disque incluir como Argentina, temo que aquí en México pase igual porque nuestros intelectuales y sábelo todos imbéciles a voluntad siempre están como zopilotes al pendiente de contestar y ayudar cuando nadie se lo pide y nadie lo quiere.

Es cosa de todos los días que esos parásitos pieles finas nos estén recetando que lo que pasaba antes en la sociedad, la  televisión y demás medios eran terribles, que nunca debió pasar, es más, hay que destruirlos como en tiempos del fascismo alemán quemando libros, una cosa es decir que estaba mal antes varias cosas (y muchos hoy en día sabemos que sí y afortunadamente han cambiado para bien) y otra querer negar la historia y poner su versión de la misma como hacían los gobiernos comunistas de Europa de poner a los de occidente como el maldito diablo y ellos los angelitos colorados.

¿Qué diría Umberto Eco al ver que la legión de idiotas como el bautizo a esos odiosos de la red mundial que cada día son una plaga bíblica digital y muy presente en el mundo real? Se nos muere del puro coraje, estamos en el Siglo XXI, en el tercer milenio, pero uno se siente en el siglo X, pero antes de cristo.

Es muy difícil mantener el optimismo ante este terrible panorama, las secuelas de un virus, la ineptitud de los gobiernos populistas, la gran apatía y sectarismo de las nuevas generaciones (y una elite asquerosa de la actual y las pasadas), pero dicen por ahí que no hay mal que dure cien años, ojala pase pronto esta tormenta y nos lleguen los rayos de luz de que algo vaya a cambiar para bien de todos.

Les deseo un muy feliz inicio de década, porque en realidad se cuentan desde el año uno (2011-2020, 2021-2030) y no desde cero como muchos creen u otros les quieren hacer creer, pero ahora sí, ya empezamos una nueva década… por si querían saberlo.

Y esperemos ahora sí, que sea un inicio sin tantas turbulencias.

erich_obed



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