CRÓNICA DE UNA DE ALGUNAS MUJERES IDIOTAS
Hay veces que no entiendo a algunas mujeres y más cuando unas quieren aplicar las cortesías sobre todo mundo cuando les convienen usando sus dotes y si no acceden, ya se sienten víctimas de la vida, ¿a qué me refiero?, bueno, de una experiencia que tuve en el metro hace meses atrás, apenas me salió el tiempo para publicarlo.
Fue un fin de semana en que su servidor va al Metro para trasladarse a CU para unas tomas fotográficas, obviamente la ruta Indios Verdes- Universidad, estaba casi lleno y tome el tren desde Centro Medico, alcance asiento y ahí estuve, hasta que por la estación División del Norte sube entre los usuarios que esperaban el tren una chica de más o menos 20 a 25 años pelo largo pintado oscuro tés morena clara, muy maquillada, pantalón azul fuerte ajustado y blusita negra y con su bolsita de imitación de piel color verde, a simple vista muy guapa y atractiva. Ya el vagón estaba lleno y esta con jeta de oler a mierda se aproxima por los empujones de los usuarios de atrás cerca de donde estaba sentado, yo estaba leyendo mí libro favorito, el Anticristo de Nietzsche, durante todo el trayecto sentí su mirada filosa, la voltee a ver unos segundos haciéndome San Lolo para comprobarlo.
Su mirada no era que le gustaba sino insinuando que le cediera mi asiento para sus frondosas nalgas (con todo respeto estaba muy buena), eso pensaba, pero ¿Para qué demonios? Es joven que se aguante, además me era muy chocantes sus expresiones de fuchi, así estuvo las tres estaciones seguidas, hasta que abrió la boca diciendo con voz de escúchame mundo: ―pero parecen que no hay caballeros en este vagón, chinga― dirigiendo su mirada amenazante a mí, a lo que no me quedo otra más que… contestar: ―hay muchos caballeros, lo que no hay son asientos―, escuche varias risas y vi varias expresiones de burla por mi comentario a mi favor, a lo que la chica puso más su gesto de encabronada.
Llegando a la estación Miguel Ángel de Quevedo, entre los usuarios que entraron al vagón estaba una señora mayor de 50 o 60 años aproximadamente con un físico que parecía que no aguantaba ni estar de pie, cargando dos bolsas enormes de naranjas, buscaba ir al fondo del vagón hasta que le hable diciéndole que le cedía mi lugar para que se sentara, a lo que la señora me contesto: ―no joven, estoy vieja pero si aguanto no se crea― (me alegro ese momento, mis respetos para la señora con su actitud buena onda) yo por caballero, le insistí, bueno, más bien le suplique, a lo que finalmente accedió y me quite de mi asiento para que la señora se sentara y acomodara sus cosas como podía en la multitud, ante la mirada más encabronada de la sexi y estúpida chica plástica de frondosas nalgas y me puse a su lado de ella de forma indiferente solo esperando llegar a la terminal.
Ya llegando a Metro Universidad todo mundo bajo, espere a que todos los de adelante avanzaran, la chica se fue de inmediato diciéndome indirectamente: ―¡¡pendejo!! ― lejos de molestarme, me contuve la carcajada. O sea, ¿Solo porque estas bien buena todos debemos cumplir tus caprichos?
Fui educado para ceder mi asiento en el transporte público a quien lo necesita: mujeres embarazadas; personas con capacidades diferentes; personas de la tercera edad; y mujeres con niños menores de 2 años. Personas que por sus condiciones requieren estar sentadas y si ocupo un asiento y veo a cualquiera de los mencionados les cedo el lugar. Tu chica bien buena, hipermaquillada, exótica de frondosas nalgas ¿A caso estas en esa lista? ¿Tus dotes de belleza te dan el derecho se valerte madre el civismo y meter tu egopatia?
Ustedes tienen la última palabra, ¿Hice bien o no?
Nota: Por si lo estaban pensando, la foto mostrada en la entrada no es de la mencionada chica, es una imagen elegida de internet que tome porque mas o menos que se le parece a ella.
Nota: Por si lo estaban pensando, la foto mostrada en la entrada no es de la mencionada chica, es una imagen elegida de internet que tome porque mas o menos que se le parece a ella.
SIEMPRE hay quien se cree que "merece" toda nuestra amabilidad, la verdad no vale la pena enojarse con esas "buenas" personas.
ResponderEliminarBuena crónica. saludos
Gracias por tu comentario Tavinho, muy feliz fin de semana... y puente vacacional.
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