LAS PESTES DEL ECOCHAIRISMO
Esta más en tendencia que en ser un movimiento social, ser amigo de la naturaleza, el medio ambiente, de la madre tierra, del padre reciclaje y todo lo relacionado con proteger la flora y fauna, pero estos últimos años ha llegado a extremos tan ridículos y tan patéticos como en el caso del Ex Distrito Federal que forma parte de esas ciudades alternachidas que no permite el uso de las bolsas de plástico sean usadas ni regaladas en los pequeños y medianos negocios , así como en las grandes tiendas departamentales.
Todos aplaudiendo eso, pero en el caso de esta restricción a los supermercados, nadie pensó que los más afectados serían las cabecitas blancas que abundan como cerillos, ahora con esta nueva disposición ya no pueden usar las bolsas plástico y los consumidores tienen pretexto para no darles nada, si de por si sobreviven con las propinas y sin salario fijo, ahora que el consumidor trae su bolsita ecoloca se dirán ¿para qué le doy propina a la señora o señor si yo me sirvo sola o solo?
Se ha estigmatizado a las bolsas plásticas como sinónimo de contaminación y todo lo pior del mundo mundial que conlleva, en parte tienen razón pero las bolsas pueden ser reutilizadas más de una vez, como recomiendan muchos expertos ( Lean esta nota interesante de la BBC ), además que en comparación en producción, transporte y distribución contaminan mucho menos que las mentadas bolsas ecológicas o las reutilizables, pero muchos no se ponen a ver más allá de lo que les dicen sus líderes de muy disque izquierda o de muy disque política ecológica, que solo buscan aplausos y futuros votos para el próximo año electoral.
Ya ni digamos de los empleos que se perderán en la industria de las bolsas de plástico, muchos serán desempleados gracias a estas ideotas que nunca vieron o quisieron hacer una transición gradual o algo en concreto para que no se vieran afectados, no me imagino la indignación y coraje de esa gente, ¡Bravo! salvaron a la madre tierra (según) jodiendo a gente que no la debe pero que paga la ocurrencia y la estupidez.
Tenemos un gran problema de incultura en reciclaje y reutilización, si corregimos eso no tendríamos tanto lio con las bolsas o cubiertos desechables o cualquier producto que sea riesgoso para el medio ambiente, pero parece que nos da flojera pensar y solo esperar al siguiente genio que proponga propuestas tan ridículas o tan hechas a la carrera que no tienen visión a futuro de las consecuencias, solo importan las buenas intenciones, ¡al diablo la planeación y el estadismo!
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