DEL AMOR Y OTROS VICIOS

Si otro mes del amor y la amistad, en la que varios cumplen como de a fuerza la mayoría de las veces el protocolo de dar regalos (rosas, chocolates, celulares y más cosas caras) a la novia, el novio y los amigos para hacerlos saber que son parte importante de su vida, en la que los beneficiados directos son todas las pequeñas y grandes empresas que hacen su agosto en este febrero, la verdad los envidio, el amor vende muy bien.

A la mayoría la verdad, (me confiesan en secreto de estado, claro) les dan cosas que no les gustan pero por cuestión moral no lo dicen ¿Cómo? ¿En el mes del amor y la amistad? Aunque te corre la furia por destrejárselo al que te lo regalo sea tu amigo o pareja. Y sucede el ya conocido fenómeno de reciclar el regalo indeseado para otro evento hasta que por azares del destino acaba en la primera persona que compro el regalo… ¡ups!

Para los que me conocen soy más en pro de escribir y decir a mis seres más queridos lo importantes que son para mí, no solo por la cuestión de que luego el presupuesto no alcance (porque la verdad soy pésimo dando regalos, Dr. House tenía razón, los regalos expresan que tanto desconocemos a los amigos en sus gustos), sino porque es más directo y poderosa la pluma y la palabra que los regalos y cosas materiales.

Sería ideal hacer ese protocolo de decir y escribir a los amigos y el ser amado (¡ah! y dar el apapacho y besos a mis amigas) los 365 días del año (más uno del año bisiesto) y no solo los 14’s de febrero.